Copa de cóctel. Elegante y bien proporcionada,
tiene la forma de un cono invertido, con una boca ancha y un pie largo que
protege el contenido de la copa del calor de la mano. Se emplea para aquellas
mezclas que no llevan hielo, ya que en ella no cabe mucho líquido.
Su abertura debe tener espacio para poder
contener una rodaja de fruta o una cereza sin que se hunda demasiado.
Vaso Old Fashioned. Se considera todo un
clásico en el mundo de la coctelería. Es ideal para servir combinados con mucho
hielo y conseguir la temperatura idónea.
Vaso alto o tubo. Es alargado, alto y
estrecho, por lo que en él se suelen servir los
tragos largos con mucho hielo. Se conoce
también como Highball, Collins, Tumbler o
Long Drink.
Copa balón. Debe llenarse sólo a medias, o incluso
menos, para poder saborear bien
las bebidas gracias a su aroma. Su estética
resalta especialmente los colores de la mezcla, su forma permite servir los
combinados frescos con anchos cubitos de hielo y su tamaño posibilita añadir
rodajas de naranja o limón, dándole un especial toque de
elegancia.
Copa Hurricane o Tulipa. Es muy estilizada y
elegante, ideal para servir cócteles caribeños o de frutas.
Copa flauta. Su forma alargada y de poca
abertura ayuda a mantener las burbujas propias de las bebidas espumosas y de
los refrescos que las acompañan.
Una vez elegido el vaso hay que incorporar el
hielo, que es un ingrediente esencial que resalta todas las propiedades de un
refresco y de un cóctel. Se puede incorporar en distintas formas dependiendo de
lo que se quiera transmitir.
Pillée. Es el hielo picado que otorga al
cóctel una apariencia de glamour y sofisticación.
Frappé. Está picado a punto de nieve, bien a
mano o con batidora. Se utiliza para bebidas cortas de entre 50 y 100
mililitros porque se derrite rápidamente.
Fizz. Tiene forma de lámina o canica y se
emplea para enfriar rápidamente el cóctel. Recibe su nombre de forma
onomatopéyica, por el sonido que hace al caer sobre el cristal en el que se
sirve.
Piedra. Es el más típico. Con forma de
cubitos, indica que la bebida con la que se sirve quita la sed.
Con el hielo dentro, ya sólo queda verter el
cóctel desde el vaso mezclador o la coctelera. ¡Cuidado! Los expertos advierten
que, independientemente del recipiente que
se haya elegido para el combinado en cuestión,
sólo hay que llenar sus tres cuartas partes. Una vez más, la sobriedad en
coctelería está presente.
Fuente: Asociación Nacional de Fabricantes de
Bebidas Refrescantes
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