Capítulo 3
UN CÓCTEL CON REFRESCOS PARA CADA MOMENTO
La gran variedad de refrescos que hay en el mercado ofrece
posibilidades infinitas a la hora de mezclar sabores para conseguir el
combinado ideal para cada persona, lugar y situación. Así, por ejemplo, una
bebida refrescante con gas transmite vivacidad y puede levantar nuestro ánimo
tras un día de intenso trabajo.
Un cóctel con refresco de naranja hará más dulce nuestra
mañana y el amargor de una mezcla con bitter nos acompañará en un aperitivo con
amigos. Siempre hay un cóctel con refresco perfecto para ti.
Tranquilidad, relajación, vacaciones, estrés, ciudad,
diversión, risas, trabajo, reunión familiar, cena con amigos, comida de
trabajo, un día en la playa, un fin de semana rural, una cena romántica, una
escapada al campo, una noche fría de invierno, los primeros días de primavera,
un restaurante chic, una cena especial en casa… no todos los días son iguales
y, por eso, no todos los días queremos lo mismo. Cuando salimos de trabajar,
para una fiesta de cumpleaños, para saborear mientras charlamos con los amigos
o simplemente porque nos apetece tomar algo distinto.
Un cóctel siempre es una buena opción porque podemos
adaptarlo a lo que más nos apetezca.
MAÑANA, TARDE O NOCHE
Cualquier hora es buena para tomar un refresco. Su sabor, su
aroma y sus propiedades hacen que en cada momento del día haya una bebida
refrescante perfecta con la que poder saciar nuestra sed. Por eso, hay también
un cóctel elaborado con refrescos idóneo para la mañana, la tarde o la noche.
Los expertos indican que la mañana es el momento del día en
el los refrescos se presentan como las bebidas más apropiadas en función de las
horas o las situaciones.
Por la tarde y por la noche, aseguran, cualquier refresco es
bueno para acompañar un cóctel.
Así, a media mañana los refrescos dulces con sabor a naranja
o cola son la compañía perfecta, tanto solos como en forma de cóctel. Para
estas ocasiones proponen mezclas elaboradas a partir de refresco de naranja,
zumo de naranja natural y zumo de zanahoria.
A modo de aperitivo los cócteles elaborados con refrescos
amargos y fuertes como el bitter o la tónica sirven para abrir el apetito y
facilitar la posterior digestión.
Antes de comer, el refresco de limón o la gaseosa sacian
especialmente bien la sed y, si se combinan con zumo de apio y pepino,
resultarán deliciosos.
Una vez en la mesa, las mezclas con cítricos como el limón o
el lima-limón se emplean para limpiar el paladar entre platos. El Zoco Limón,
que lleva refresco de limón, hierbabuena, infusión de té, lichi y hielo pillée,
sería una buena propuesta.
Fuente: Asociación Nacional de Fabricantes de Bebidas
Refrescantes
ANFABRA
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